Lisa, la fanática de las pizzas

Tengo una amiga en mi barrio.
Tiene catorce años.
Su nombre es Lisa
y es una fanática de las pizzas.
Lisa es una adolescente
que ama las pizzas,
y cuando nos invita a cenar,
nos sirve ricas porciones
con una sonrisa y muy deprisa.
Lisa, la adolescente adicta a las pizzas,
sorprendes a sus amigas de hockey
con deliciosas pizzas,
cuando éstas la visitan
de improviso y no avisan.
Lisa, la adolescente que se muere por las pizzas,
le prepara a su querida abuela
su pizza favorita;
que es la "grande de mozzarella".
Lisa, la adolescente adicta a las pizzas,
todos los domingos amasa y en la cocina improvisa,
cuando regresa con sus padres
de la aburrida y larga misa.
Lisa, la adolescente que enloquece por las pizzas,
cuando está feliz y tiene muchas ganas,
nos agasaja con una sabrosa "pizza napolitana".
Lisa, la bella adolescente que da la vida por las pizzas,
cree que sus pizzas son las mejores del mundo;
que además tienen un superlativo valor y cotizan.
Por esa razón, cuando sea grande,
y cuanto antes,
abrirá un pequeño restaurante.
Lisa, la adolescente fascinada por las pizzas,
además de ser una excelente cocinera
es en el colegio una gran compañera.
Por eso, mi afirmación es justa y certera cuando digo
que tiene la virtud de ser gentil, bondadosa y buena.
Ahh! y olvidaba que todos los viernes convida
a sus profesores con una variedad de "pizzas rellenas".
Mi mejor amiga del barrio
tiene catorce años y es muy guapa.
Se llama Lisa.
Y tiene una curiosa, pero justificada particularidad:
daría todo lo que tiene por una porción de pizza.