sábado, 14 de septiembre de 2013

El amigo imaginario

Tengo un amigo imaginario,
cuyo nombre es Mario.
El me visita a diario,
y, al igual que yo,
es un ser solitario.
Tengo un amigo imaginario,
proveniente de una tierra
habitada por duendes y hadas,
y por cientos de criaturas encantadas.
Tengo un amigo imaginario
que se me presenta todas noches,
y sonriente me invita a pasear
en su invisible y colorido coche.
Tengo un amigo imaginario,
que ha vivido miles de epopeyas,
entre ellas, llegar y conocer las estrellas.
Tengo un amigo imaginario,
que ama las aventuras,
la libertad y la paz,
y aborrece las guerras y las ataduras.
Tengo un amigo imaginario
que me cuenta y me lee muchas historias.
El es un erudito con una admirable memoria.
Tengo un amigo imaginario
que se esconde en un viejo campanario
de una iglesia construida antaño.
Tengo un amigo imaginario
que dicen que es un poderoso mago.
Y siempre aplaude y aprueba
las buenas acciones que hago.
Tengo un amigo imaginario,
ya saben, su nombre es Mario.
El es muy tímido,
por eso cuando escucha a extraños,
huye hacia mi armario.
Tengo un amigo imaginario,
cuyo nombre es Mario.
El me visita a diario,
y, al igual que yo,
es un ser solidario.
Tengo un amigo imaginario...

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