La adolescente fisicoculturista

Estoy de novio
con una adolescente fisicoculturista.
Su nombre es Mirta,
y es agradable y muy lista.
La conocí el sábado pasado,
en la discoteca,
mientras bailaba en una de las pistas.
Y al verla, muy sorprendido,
descubrí que era una verdadera fisicoculturista.
Mirta es alta y muy musculosa;
y para mí es una autentica y escultural diosa.
Tiene dieciseis años,
y aunque a muchos les parezca extraño,
me enamoré a primera vista
de esa forzuda fisicoculturista.
Cuando la visito a su casa,
ella siempre está trabajando con las pesas,
y al verme llegar, me levanta, me abraza,
y muy fuerte me besa.
Y aunque en la escuela,
todo el mundo hace bromas
sobre nuestra relación,
yo por mi dulce y poderosa Mirta,
siento un profundo y verdadero amor.
Y a pesar de que digan que se parece un varón,
podría decirles que ella es la dueña de mi corazón.
Mirta es muy fuerte
y yo tengo mucha suerte,
pues estando a su lado,
ya no me hacen más chistes pesados.
Debo aclarar que estoy fascinado
por la perfección
de las piernas y los brazos de Mirta,
mi nueva novia fisicoculturista.
El otro día me confesó
que en Enero competirá en un gran torneo.
Mirta, la super adolescente fisicoculturista,
es muy atlética y su principal ambición
es mejorar y perfeccionar su cuerpo día a día
y ser la campeona nacional de su categoría.
Con Mirta, en el futuro, nos vamos a casar.
Y cuando ingresemos a la iglesia,
ella me va a cargar con sus fornidos brazos
y me llevará sonriendo al altar.
Les cuento a todos:
estoy saliendo
con una adolescente fisicoculturista.
Su nombre es Mirta,
y es muy bella
y, además, es inteligente y muy lista...