jueves, 26 de junio de 2014

Mis ángeles guardianes

Todo el año trabajé para comprarme la motocicleta. Repartía pizzas después de la escuela. Cuando junté el dinero, me sentí muy feliz. Gracias a mi sacrificio pude darme el gusto de hacer esa compra.
-La felicito, señorita – me dijo el vendedor de la moto.
Me entrego el vehículo, lo puse en marcha y salí a pasear con mi súper moto. Hice dos cuadras y vi que un auto se me cruzaba en mi camino. Bajaron dos hombres y me arrebataron la moto.
-¡Maldición! – dije en voz alta.
Un mes después, cuando iba rumbo a la escuela, me encontré con esos dos sujetos.
-Hola, pequeña. Venimos a devolverte tu moto- dijo uno de ellos.
- No entiendo, si ustedes me la quitaron- respondí sorprendida.
-Te la quitamos para evitar que murieras en un accidente. Estaba escrito en tu destino que ese día ibas a morir. Mi compañero y yo somos tus ángeles guardianes. El peligro ya paso, por esa razón, te entregamos tu moto.
Nunca supe si esas personas estaban chifladas o no. Lo importante es que me salvaron la vida y me devolvieron la motocicleta.

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