El Hada de las Quinceañeras:Las zapatillas de los 15

Lola estaba por festejar sus 15 el siguiente sábado.Tenía todo, el vestido, los zapatos y la organización del salón. Era jueves (la celebración era el sabado) y su mama quería que se pruebe el vestido y el calzado.Lola se vistió y cuando se probó las sandalias con taco negras, se dio cuenta de que le quedaban chicas. -Te las pondrás igual, Lola!Las pagamos muy caras!Si no deberás usar los zapatos que use yo en mis 15, aquellos que te entregó el Hada de las Quinceañeras! - dijo la madre. -Estas loca!Me destrozaran los pies! Y tus zapatos son antiguos y huelen a naftalina!- resongo la adolescente. Lola tenía lindos pies y se los cuidaba.Se daba cuenta de que algunos chicos se los miraban disimuladamente. Esa noche discutió con su mama y se fue a la cama sin cenar. Ya había tomado una decisión, usaría unas zapatillas que tenia sin estrenar. El Hada se le apareció en un sueño la noche previa. -Si no usas los zapatos de tu madre!, caerá sobre tu hija un maldicion! No puedes ir en contra de la tradición! - dijo el Hada. La fiesta se llevo a cabo con normalidad, salvo que nadie saco a bailar el vals a la Quinceañera. Lola, indignada, dejó la pista y regreso a la mesa que compartía con sus familia y compañeros de escuela. Él tiempo paso.Lola empezó la Universidad y, meses antes de graduarse, quedó embarazada.Nunca supo quien era el padre. Nació su hija a la que llamó Lila.Cuando la niña estaba por cumplir los 15 años, invocó al Hada y le pidió los zapatos de su madre para su fiesta. -Tu madre rompió la tradición!Se negó a usar los zapatos de tu abuela, compró un par y le quedaron apretados!Uso zapatillas!No puedo ayudarte! - dijo el Hada. -Yo quiero usar zapatos!Debes ayudarme! - dijo Lila. -Para que la maldicion no sea tan severa, deberás usar los mismos zapatos que uso la madre dé tu madre! - dijo el Hada. Lola busco los zapatos, pero jamás los encontró, alguien se los había llevado.Estaba segura de haberlos visto en una estantería en el sótano. Ya con la fiesta encima, se decidió que usar las zapatillas de 15 de Lola. Cuando bailó el val de los 15, se corto unos segundos el suministro de electricidad.Cuando regreso, sus invitados eran esqueletos y cadaveres.No sabía que estaba sucediendo, pero intuía que tenía que ver con romper con la tradición de los zapatos. Lila busco a su madre, pero no la encontró.Corrió por un pasillo, que no recordaba haber visto.Al final estaba el Hada de las Quinceañeras, parada en el umbral de un portal, de cuyo interior salia una luz azul intensa. -Es un portal temporal!Acompañame!!Viajaremos al pasado!Apurate! - dijo el Hada. Salieron del túnel y aparecieron en un salón repleto de gente.En seguida, Lila se dio cuenta de que estaban en la fiesta dé su mama, acontecida quince años atrás, en el pasado.Se la veía hermosa con un vestido azul y una diadema del mismo color.Llevaba las zapatillas. El Hada uso su varita e hizo aparecer una silla.Lola se sentó y recibió los zapatos de su madre, que en su momento le parecieron anticuados.Se quito las zapatillas y sé los calzo.En ese instante, sonaron los primeros acordes del vals.Un hombre, que era su abuelo, la saco a bailar. Cuando finalizó la pieza, Lola se sentó, se descalzo, se paro y le entrego el calzado a su hija.La tradición se había restablecido. A Lila les encantaron, combinaban muy con el vestido. Madre e hija, ambas quinceañeras de diferentes tiempos, bailaron el último vals, ante la mirada orgullosa del Hada de las Quinceañeras. Fin