sábado, 22 de noviembre de 2014

La escuela no apesta

Lo que voy a relatar ocurrio antes de ayer.El hecho paso en la escuela municipal.
Eran las ocho de la noche y la oscuridad cubria casi todo el edificio escolar.
Rapidamente aparecieron dos adolescentes, Paula de trece años y Julieta de catorce.
-¡Rapido buesquemos una piedra y destrocemos la ventana de la oficina del director!
-No veo ninguna piedra, Juli.
-¡Dios! Tengo una idea;quitate una zapatilla y arrojala.
Enseguida Paula se saco su calzado.
-je, je, tus pies son gigantes- se rió Julieta.
-Ya se y por favor no te burles.
Calzo cuarenta y odio mis pies.
-Y apestan amiga, je, je.
Paula tomo una de las zapatillas y con mucha fuerza la tiro y destrozo la ventana de la oficina del director.
-Rapido,  "pies grandes", saca de la mochila el aerosol y empecemos a pintar la puerta de entrada de la escuela.
¡No me llames pies grandes!
Julieta tomo el aerosol y escribio bien grande:"la escuela apesta como los pies de Paula".
¡Borra ya mi nombre, Julieta! Si nos descubren estamos perdidas.
Inesperadamente, aparecio un hombre de unos cuarenta años y muy alterado dijo:
-¡Por el amor de dios!No les da verguenza.Pobre escuela. Deberían estar agradecidas de asistir a clases y de aprender las enseñanzas de sus profesores.Yo estudie en esta escuela y le debo a ella todo lo que soy. Aquí fui feliz.
-¡Vayase al diablo y metase en sus asuntos!-grito Julieta-Vamonos, Paula.Este sujeto nos vio y estaremos en problemas.
-Cuando tengan mi edad se van a morir de nostalgia por sentarse nuevamente en un pupitre.
Las dos adolescentes salieron corriendo y se perdieron en la noche.
Y no me pregunten por que, pero estoy seguro de que cuando termine su educacion secundaria, Juliera, recordara las melancolicas palabras de ese hombre y se dara cuenta de que tenia razon.Y tambien ella se morira de nostalgia por regresar a su escuela.

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