lunes, 21 de julio de 2014

Nancy en el legendario reino de "Lin mer"

Tocaron el timbre de mi casa. Era un hombre vestido con una túnica roja y tenia una barba muy larga.

- ¿Es usted la señorita Nancy Ronald?

- Si - afirme.

- Soy Gerald, el hechicero. Este paquete es para usted; contiene una varita magica y un pergamino con instrucciones.

Lo mire y supuse de que se trataba de un chiflado que se había escapado del manicomio.

Cuando estaba a punto de responder el hombre desapareció; se desvaneció por arte de magia. Me asuste muchísimo y entre a mi casa.
Abrí el paquete y encontré una varita de madera y un pergamino. Lo leí.
Decía que esta noche a las doce en punto se abriría un portal, debía atravesarlo y de esa forma llegaría al reino de "Lin mer", una tierra mítica y legendaria.
Supuestamente yo era la elegida por una milenaria profecía. "Cinco mil años después de la fundación de "Lin mer", una adolescente de raza humana, librara al reino de la temible bruja "Malicia".
Era absurdo seguir leyendo esas tonterías y deje un pergamino a un lado.
Me olvide de ese asunto; cene y me fui a dormir. A eso de las doce de la noche una intensa luz me despertó: era una puerta abierta. Y una grave voz pronuncio:
- Atraviesa el portal y cumple con tu destino, Nancy.
Una fuerza ciega me guio hacia la puerta y perdi el conocimiento. Cuando desperté me encontraba (lo supe mas tarde) en el castillo del rey "Jonax", soberano de los
elfos.

- Tu eres la elegida- dijo el rey- Tu nombre estaba escrito en el libro de nuestras profecías. ¡Liberamos de las bruja que nos gobierna hace mas de dos mil años!

- ¿Que debo hacer, su majestad? - respondí resignada. Todavía no sabia si lo que estaba viviendo era un sueño o una alucinación.

- En primer lugar, descansar. Mañana estará preparada tu armadura y tu espada. No debes olvidar tu varita mágica. Con las primeras luces del alba, llegaran
los ejércitos de los enanos y los gigantes.  Tu reino no posee rey desde hace cientos de años, por eso ayudaremos a liberarlo. Ademas, nosotros, los elfos, junto a muchos pueblos, somos victima del poder de ese ser malvado.Nos sublevaremos y atacaremos el palacio de la bruja " Malicia".

Al día siguiente partimos del castillo de la comarca de los elfos. Debíamos atravesar montañas, lagos y valles.

Después de dos días de viaje divisamos el tenebroso palacio. En seguida el ejercito de la bruja se dispuso a atacarnos. Eran trolls y dragones.

- ¡Déjenme a mi! - tome mi varita mágica y dije: ¡roccio, manatiak, azukr!

Y una gran bola de fuego quemo vivo a los trolls. Apunte hacia el cielo y los dragones cayeron muertos al suelo.

- ¿Como hice eso? No se nada de magia.

- Tienes un poder innato - respondió Scrauk, el monarca de los enanos.

Se oscureció el cielo abruptamente, y un rayo cayo y mato a varios gigantes. Los elfos y los enanos se esparcieron, huyendo del campo de batalla. Y me dejaron sola frente al palacio de la bruja.

De repente, una misteriosa mujer apareció de la nada. Estaba vestida de negra, usaba una larga capa y un sombrero con forma de cono muy gastado. Me miro y de sus ojos broto un rayo de color azul que impacto en mi pecho. Caí y creí que iba a morir.

- ¡Soy Malicia! Y tu debes ser "la elegida". Prepárate para morir, niña.

A pesar de sentirme muy dolorida, me levante y apunte mi varita hacia ella.¡Ricken, rocken!, pronuncie sin saber el significado de esas palabras. Ese hechizo hizo que la bruja fuera decapitada. Su cabeza rodó y su cuerpo estallo en mil pedazos.

- ¡Bravo! - Gritaron al unisono los ejércitos de los elfos, de los enanos y de los gigantes - ¡Somos libres, Nancy!

A la medianoche, atravesé el portal mágico y retorne a mi hogar con la promesa de regresar pronto al reino de "Lin mer". Todos los ejércitos me coronaron reina de esa tierra.

Al día siguiente fui a la escuela y volví a ser una adolescente común y corriente. Y repartí mi tiempo: los días de semana era Nancy Ronald y los fines de semana, la reina del legendario reino de "Lin mer".





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