sábado, 22 de noviembre de 2025

La Condena

2024.La vi y me enamoré.Se llamaba Cleo.No me importo que tuviera dieciséis años.La conocí en Instagram hacia dos años.Le mentí, le dije que tenía su edad.Mande fotos de un adolescente americano que busque en Google.Me dijo que era muy lindo.Chateabamos todo el día.Mis hijos sospechaban que andaba en algo raro, si supieran que estaba levantándome una chica de su edad.Me escribía todo el tiempo.A la semana le dije que la amaba y que quería ser su novio.Ella dijo que lo iba a pensar, pero al minuto me dijo que aceptaba que fuéramos novios. Así estuvimos casi un año.Ella insistía que quería hacer una videollamada por Whatssapp para verme.Pero yo le decía que la cámara del celular no funcionaba.Empezó a pedirme más fotos, busque en Google más fotos del mismo chico de las que le mande, pero no había.Fantasee con contactar al chico yankee, hacerme pasar por una mina y pedirle fotos.Pero era una locura. Tenia que tomar una decisión, o dejarla o decirle la verdad.Hacia meses que ella quería conocerme en persona, yo le dije cuando nos conocimos que vivía en Entre Ríos, así gane tiempo.Pero cada tanto insistía en que me tomase un micro o tren y viajase a la Capital para verla.Así que finalmente acepté.Nos encontraríamos en plaza Francia y le diría la verdad, que no tenía 17 años sino 49.Pero la amaba y dejaría todo por ella. La idea era sincerarme, no más mentiras entre nosotros.Me la llevaría a un hotel, la haría pasar por mi hija.Luego tomariamos algo por el centro y nos despediriamos. La espere, nos encontrábamos a las 10:00hs.Ella no vino, en su lugar cayó la policía y me arresto.La mama de Cleo, que nunca se ocupó de ella, le revisó las redes sociales y el Whatsapp.Algo le hizo sospechar, instinto de madre y contrato un detective.Me investigó, descubrió que estaba captando a una menor y me denunció.Grooming era el delito. Me condenaron de una forma jamás vista.Me transportaron con tecnología moderna a una versión de 1986, muy distinta a la que recuerdo.Una 1986 hostil, donde tenía diez años y sufriría abandono, hambre y bullying al extremo.Esa fue la condena. 1986.Era el primer día de clase de 5to grado.Recuerdo que iba a tener un maestro, un tal Mario.Me desperte tarde, era raro ser niño de nuevo, me visti rápido y fui a la cocina a almorzar.En mediahora tenía que estar en la escuela. - Hoy no hay comida!Tu papa no depósito la mensualidad!Tenes pan duro, mojalo con agua de la canilla! - dijo mi mama. Llegue a la escuela.Me equivoque al creer que Mario sería mi maestro, en su lugar había una joven maestra recién recibida, la Srita Marcela.Era rubia y tenía lindas piernas.Recorde que estaba en una línea de tiempo paralela a mi 1986, donde las cosas eran idénticas y también diferentes. En el recreo tuve problemas para ir al baño.El Tarta y Parada, dos rufianes de mi division, me interrumpieron el paso. - Los "nuevos" como vos, tienen que pagar para mear!Son cinco australes! - dijo Parada. Pague y fui al baño.Pero cuando quise salir, ocurrió lo mismo. - Son cinco australes novato! - dijo el Tarta. Sali de la escuela y tenía hambre.Caminaba en dirección a casa.Freno un coche hecho mierd..y bajo un tipo.Me arranco la mochila.Me resisti y me dio una trompada en la panza.Quede tirado, boca arriba, intentando recuperar la respiración. - Estas bien? Mire hacia arriba y vi dos pechos, que me generaron una erección.Una cabeza, salió de esas dos montañas.Era la maestra que se había arrodillado y me observaba, preocupada. - Si, bueno...perdí la mochila!Un tipo me la sacó! - dije. - Tenes hambre? Asenti.Me invito a comer algo al Pumper nic de Haedo. - Subí al auto! - dijo. En la mesa del restoran, saco un aposito y alcohol de su cartera, y me curó el codo.Tenía una herida de cuando caí al piso.Fue muy amable y me cuido como a su hijo. - Vamos a comprar una mochila y un cuaderno! - dijo. Después de la compra me llevo a casa.No había nadie, mi hermana y mi mama no habían llegado.Recordé que en esa época tenía una amiga que me gustaba, Florencia se llamaba.Fui a verla, abrió el padre y me puteo de arriba a abajo. - Pero que le hice a su hija, que me trata tan mal? - dije. - Ya te olvidaste?Le tocaste el cul..! Mi mama y mi hermana llegaron a la noche.La que era mi hermana no era como yo la recordaba.En esta línea temporal era gorda y tenía la cara llena de pecas.Sus facciones de la cara eran similares, pero era otra persona.La salude y me respondió con un escupitajo. - Nadia y yo ya comimos!Hoy no voy a cocinar! - dijo mi mama. - Tengo hambre! - dije. Lo único que había comido en dos días era la hamburguesa de Pumper que me pagó la maestra. Una tarde me desmaye en el recreo.Me llevaron a la enfermería y tenía la presión muy baja. - Cuanto hace que no comes? - pregunto la maestra Marcela. - Desde ayer al mediodía! - dije. Cuando salí del colegio, me esperaba en la puerta. - Vos te venís conmigo! Vamos tomar la merienda juntos! La maestra vivía con sus padres, en Ramos Mejía, en una casa de clase media alta.A fines de ese año, 1986, se casaría con su novio Sergio.Eso me lo contó mientras comíamos churros con Nesquik.Me presentó a sus padres, dos ancianos orgullosos de su hija maestra. Una coincidencia me vino a la cabeza.Los padres de Cleo Gleiberman, mi novia adolescente, se llamaban Marcelo y Sergio.Lo descarte hasta que una tarde, en el auto, me contó que la familia de Sergio, los Gleiberman, la querían mucho. Era una locura, mi suegra era mi maestra, la mama de Cleo.Desde ese dia, me costo mirarla a la cara.Y me odie por haberme enrollado con una nena de 16 años. La maestra Marcela se fue conviertiendo en una amiga.A mi mama, que no le gustaban los extraños, le cayó muy bien.Cuando empezó el calor, por las noches, nos traía helado a mi y a mi hermana, y para nosotros era un lujo.Ademas me ayudaba a hacer la tarea que ella misma nos daba en la escuela.Con mi maestra mejoraron mis notas y deje de sentir hambre. El Tarta y Parada fueron expulsados por tirar una bombita de olor en clase.Ya podía estar tranquilo en los recreo.Comencé a juntar figuritas de Mazinger.Solo compre un paquete, complete el álbum cambiandolas y jugando al "fichu".De a poco volvía a ser un niño normal. En Haedo, a principios de 1987, abrieron un auto cine.Estaba a metros de Gran Tía.Proyectaban Volver a Futuro, que se lanzó hacia un año y medio.La maestra me invito.En un momento de la Película, no se si fue verdad o me dormí y lo soñé.Ella me miro fijo, yo comía pochoclos, nos miramos, y la bese. Desperté en 2024.Era un adulto de nuevo, lo lamente.Me sentía muy bien en 1986, aunque a principio fue duro. No es el 2024 que conocí, vivo en una línea temporal donde Cleo y su madre, Marcela, no existen.Las busque pero fue una pérdida de tiempo.Lo curioso es que mi esposa y mis hijos, existen y me recuerdan. La condena fue dura pero ejemplar.Creo que todo aquel que se mete con niños y adolescentes, debe ser apartado, borrado de su tiempo y enviado a otra línea temporal, del presente, pasado o futuro como castigo. Ya no chateo con adolescentes.Estoy abocado a mi familia y a mi trabajó.Pero cada vez que veo a una, con su uniforme escolar, feliz, llena de vida y futuro, recuerdo a Cleo y lloro. Fin

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