"BLOG DE LITERATURA JUVENIL" Autor: Alejandro N. Santilli - santillialejandro781@gmail.com - Cuentos, Obras de Teatro breves y Poesia narrativa.
domingo, 8 de junio de 2025
Barrowed Time: El Viaje a Colonia (1998)
Alejandro tenía veintidós años, era un Primo Aventurero y estudiaba una carrera universitaria, Martillero Publico.
Diego, igual, estudiaba Sistemas.Ambos estaban de novios.Alejandro con Flowers y Diego con Romina, una joven más chica que el.
Mauricio Myers los citó en la sede de la A.N.I, en Olivos.
- Hemos detectado actividad subversiva en Colonia!Quiero que vayan a echar un vistazo este sabado!
- Uruguay? - dijo Diego.
- Si! Irán como turistas!Lleven a sus novias! - dijo y les entregó dos pasajes de Buquebus.
- Genial! A Flowers le encantará! - dijo Alejandro.
Diego no estaba muy contento.El viernes a la noche salía con dos amigos a bailar y no le causaba ninguna gracia madrugar el sabado.
1872, Colonia, Uruguay.John Mckartz era un Minólogo de nacionalidad escocesa que se instaló ese año en Colonia.Una noche de juerga, en una taberna, en Glasgow, un borracho, de nacionalidad española, le hablo de una mima de plata a orillas de un gran río, el Río de la Plata.Le dijo que de joven había explorado la región con una expedición española, y había descubierto unas minas para explotar.
Al dia siguiente, John despertó con resaca y recordó la anécdota que le contó el español.Se dirigió a la cocina, su mujer amamantaba a su hija recién nacida.
- Prepara los equipajes!Nos iremos a Sudamérica! - dijo.
En cinco años la empresa de John comenzó a dar sus frutos.Sobre todo cuando comenzo a importar plata a Norteamérica.Aumento la contratación de más empleados para continuar extrayendo plata.Dia y noche había mineros haciendo ese arduo trabajó.Situación que le trajo problemas cuando contrato a Daniel Redsocks, un francés con ideas marxistas.Este incitaba a los otros mineros con huelgas.Le lleno la cabeza a todos afirmando que Mckart estaba obligado a distribuir sus riquezas con toda la producción.Cada dia conseguía más adeptos a esa lucha.
Una noche, McCartz regresaba a su casa tras un estresante dia.Su empresa estaba parada hacia una semana por una medida de fuerza dirigida por el sindicalista Redsocks.Para llegar a su casa debía bajar por un camino que atravesaba el claro de un bosque, la luz de la Luna rompía la oscuridad nocturna.Sintió un chistido a sus espaldas.Giro y vio a un hombre, vestido de capa oscura y llevaba una galera en su cabeza.
- Yo puedo ayudarte, McCartz!Limpiare tu empresa de esos sucios comunistas!Pero a cambio deberás entregarme tu alma!
- Quien es usted? - pregunto el escocés.
- Soy Giusseppe Lo Zio de Monteveccia!
Desesperado, aceptó la ayuda del extraño, no tenía nada que perder.La noche siguiente algo terrible ocurrió.Más de veinte mineros, incluido Daniel Redsocks, aparecieron misteriosamente muertos dentro de las minas.Todos estaban decapitados.La policía sospecho de John McCartz, como venganza por las medidas gremiales tomadas por sus hombres.Sin embargo, tenía coartada.Estuvo toda la noche bebiendo en una posada con un italiano, recién llegado a Colonia.Las mujeres que los acompañaban también lo corroboraron.
En el Buquebus.Las dos parejitas estaban sacándose fotos en la cubierta.
- Diego, reite! Que queres que se me gaste todo el rollo de fotos! - gritaba la ingenua de Flowers.
Después de las fotos, se quedaron mirando el río.
Se escucho una fuerte risa, una carcajada.Instintivamente, los Primos se tocaron sus Linterna.El río se embravecio, el lugar cambió.Ahora estaban, solo Diego y su primo, en una embarcación antigua, una goleta o carabela.El cielo se oscurecio, una criatura prehistórica marina elevó su largo cuello sobre la superficie del río.
- Donde estamos?! Que es eso? - grito Diego.
- Parece un Dragon!Mierd...!
Ambos sacaron las Linternas y dispararon al extraño animal maritimo.Diego acertó con el láser y la cabeza del "bicho" explotó.La criatura se desplomó y se hundió.Se escucho de nuevo la misteriosa carcajada.
- En el palo de proa!Allá hay un tipo! - grito Diego.
Alejandro saco sus binoculares y miro.
- Lo Zio!Es Giuseppe Lo Zio! - dijo.
La visión desapareció.Romina tenía hambre.Flowers sugirió ir a tomar algo caliente.
- Que sucedio?Vimos lo mismo? - dijo Diego a su primo
- No lo se! Esto no me gusta nada! - respondió Alejandro.
El Buquebus arribó a Colonia.
- Hagamos un City Tour! - sugirió Romina.
- Pero antes vayamos al Banco a cambiar plata uruguaya! - dijo Alejandro.
En tres horas recorrieron el Casco histórico de la ciudad y algunos museos.
- Vayamos a la Cancha de Toros! - dijo Diego.
- El guía dijo que había peligro de derrumbe y estaba clausurado! - dijo Flowers.
Tomaron un colectivo que los dejó a doscientos metros de la cancha.
Como dijo el guía, la cancha estaba clausurada, pero Diego rompió un candado y pudieron ingresar.
- No deberíamos hacer esto! - dijo Alejandro.
- A la mierd..me quiero sacar una foto en las gradas! - dijo Diego.
Con cautela escalaron las precarias gradas hasta la parte superior de la cancha.Se estaban tomando una foto, cuando sonaron sus linternas.Un holograma de Mauricio Myers tomó la palabra.
- Secuestraron a la hija del alcalde de Colonia, Mariano Redsock!Deben hallarla con vida!
Casi más provocaron un derrumbe cuando descendieron de las gradas.
- Por donde empezamos? - pregunto Diego.
- Cual es el mirador más alto de Colonia? - pregunto Alejandro.
- Creo que es el Faron!El municipio prohibió la construcción de edificios! - dijo Diego.
- Vayamos para allá!Pero antes quiero que me informes quien es Mariano Redsock!Cómo llegó a hacer alcalde y quienes son sus adversarios políticos! - dijo Alejandro.
Mientras viajaban en el Colectivo, Diego le narró una breve biografía de Mariano Redsock.
-Es comunista por las ideas que expone!Y que es eso de la "Maldición de la Mina de Plata"?
- En 1872, más de veinte mineros aparecieron muertos dentro de las minas!Todos reclamaban por más derechos y reparto de las ganancias de la mima entre todos los mineros!Los lideraba un antepasado del alcalde, Daniel Redsock!La Policía investigó al propietario de la mina, un tal John McKartz!Pero estaba limpio!La justicia ordenó clausurar la mima!McKartz se la vendió a la alcaldia y regreso a Europa!Alrededor de la mina surgieron historias de fantasmas y aparecidos!En los últimos años desaparecieron cinco personas que intentaron explorar el sitio!Se las tragaron la tierra!Mariano Redsock, en su campaña electoral, prometió reabrir la Mina para que sea administrada por los mineros!
- Y si esa maldición esta relacionada con la desaparición de la niña? - dijo Alejandro.
Llegaron al Faro.Anochecia y la ciudad comenzaba a iluminarse con sus faroles de época.Pidieron permiso y subieron.
- Quiero ver hacia donde esta emplazada la mina de plata! - dijo, sacando los binoculares de su campera.
- Crees que Lo Zio este implicado en el secuestro? - dijo Diego.
- A Lo Zio no le agradan los comunistas!Durante la Segunda Guerra mundial era aliado de Mussolini! - dijo.
- Que ves? - pregunto Diego.
- Los sensores de los binoculares inteligentes detectan movimiento dentro de la mina!Hay humanos!Más de diez! No parece que estuviese abandonada! - dijo Alejandro.
- Vayamos para allá! - respondio Diego.
Vieron que la abertura natural en la roca estaba sellada con una placa metálica.Una voz fuerte, proveniente del interior, se escucho.
- Sólo entregare a la niña, si Redsock renuncia y convoca a elecciones!
Era Lo Zio.Diego y Alejandro llamaron al Alcalde y pidieron refuerzos de la policía.Iban a ingresar y recuperar a la niña como fuera.
- Busquemos una forma de ingresar! - dijo Diego.
Pero fue imposible.Había otra cueva a unos metros, pero también estaba tapiada con rocas para los que intrusos no ingresarán.
Alejandro saco su literna y disparó.Las rocas que impedían el acceso habían sido pulverizada.Ya podían acceder al túnel que conducía a la galería de cuevas.
- Ingresemos!A lo lejos se observa una luz! - dijo Diego.
Recorrieron cincuenta metros de túneles hacia donde provenía la luz.Allí vieron a Lo Zio sentado frente a la niña.Esta estaba maniatada y un pañuelo cubría su boca.Entre sus secuaces se encontraban el Turco, al que conocían bien de los años de Palermo Gótico, el Modisto Rinaldi y El Caballero del Lago.También Sir Leopoldo de la Morte, de S.I City, quien conversaba en voz baja con Lo Zio.
- Son demasiados!Pensemos un plan! - dijo Diego.
Alejandro sacó su Linterna y disparó hacia la cúpula de la cueva.
- Que fue eso! - grito Lo Zio.
Los secuaces corrieron hacía el lugar del disparo, dejando sólo al villano y a la hija de Mariano Redsock.
Alejandro corrió, le dio un puñetazo a lo Zio y alzó a la niña.Apareció Diego detrás y le propinó al italiano tres patadas en el estómago.Los secuaces, alertados por el plan de los Primos, iban tras ellos y eran mayoría.Diego disparo hacia arriba para provocar un derrumbe y bloquear la salida de los hombres de Lo Zio.
- Corramos!Esto se derrumba! - grito Alejandro, que llevaba en brazos a la niña.
Un fuerte derrumbe se escucho desde dentro la galeria, cuando ya estaban en el exterior.Los villanos habían quedado sepultados entre los escombros.
Decenas de patrulleros y periodistas rodeaban el acceso a la mina.Mariano Redsock y su esposa abrazaban a su hija.
Mauricio Myers, que tuvo que viajar de urgencia, felicito a los Primos.
-Ey!Nos olvidamos de Flowers y Romina!Deben estar preocupadas por la demora! - dijo Diego.
- Iban a esperarnos en un bar!Vayamos a buscarlas!En una hora tomamos el Buquebus para volver a Buenos Aires! - dijo Alejandro.
Fin
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