Palermo Gotico: La Casa embrujada

Febrero de 1988.Un Peugeot 505 azul, fabricado el año anterior, atravesó el Parque San Martín y frenó sobre la Costanera.Bajaron dos niños, Alejandro y su hermana, y un hombre de mediana edad que era su tio Franco. - Un recuerdo de Mar del Plata!Sientese en la cerca!Les voy a sacar una foto frente al mar! - dijo el Tío. Los niños habían discutido en el auto por quién se bañaba primero al llegar al departamento, y no estaban tan entusiasmados por sacarse una foto. Se la sacaron y subieron al auto.Los niños seguían discutiendo. - Ahora vas a ver lo que te voy a hacer por maltratar a tu hermana! - dijo. El auto ascendió por la subida de la Av Colón y frenó frente a una Casona lúgubre, que parecía salida de un cuento de terror de Edgard Allan Poe.Alejandro la conocía, por haber pasado en auto, y le daba mucho miedo. Franco sacó a rastras al niño hasta la puerta de la Casona.Tocó timbre. - No, por favor, Franco!Me voy a portar bien! - suplicaba Alejandro. Sir Leopoldo de la Morte, que estaba de vacaciones en Mar del Plata, abrió la puerta. - Señor, le dejó a mi sobrino!Que quiere conocer la casa! - dijo Franco. De la Morte venía de un mundo paralelo, S.I City.Llegó a esa mansión cuando descubrió unos túneles secretos en la "Montaña de la Muerte".Reconoció a Alejandro de Los Primos Aventureros, era una réplica exacta a los de su mundo. - Será un placer!Y además tiene cara de haberse portado mal! - dijo De la Morte. - Adivino, señor!Siempre carga a su hermana!La molesta todo el tiempo! - dijo el tio Franco. Palermo Gotico, diciembre de 1983.Ese día, Alejandro abandonó Palermo Gotico.Sus padres se separaron y se iría a vivir con su mama y su hermana a Haedo City. El Turco y Don Vicente observaban la camioneta azul, de marca japonesa, contratada para la mudanza.Un rato más tarde, el Tio Franco y su novia, los pasarían a buscar.Alejandro, en los próximos años, sólo regresaría a Palermo Gotico los domingos para visitar a su abuelo. Palermo Gotico, 1988.Sir Leopoldo de la Morte, llamó al Turco y le dijo que tenía a Alejandro, de Los Primos Aventureros. - Traemelo!Quiero venganza!Esos dos Primos arruinaron todos mis negocios! Sir Leopoldo se excusó.Ese día pensaba ir a la playa con el Modisto Rinaldi, y no iba a poder llevarlo. - Mandaré al Hombre del Peugeot 504! - dijo el Turco, un poco ofendido. Nicolas, a bordo de su siniestro Peugeot 504 celeste, recorrió el trayecto de Mar del Plata a Palermo Gotico en tiempo récord.Sólo paro en "Villa del Sur" a "garronear" un agua mineral.La ruta 2 estaba transitable, sin tráfico.Alejandro, maniatado, estaba acostado en en el asiento trasero. María Laura conversaba con Leonardo en la esquina de Acevedo y Gorriti.Desde que Alejandro se mudo, se hicieron muy amigos.Una vez por semana, el iba a su casa a dibujar y a mirar dibujitos. Un Peugeot 504 celeste estaciono en la antigua casa de Alejandro.El Turco salió a la calle para recibirlo.Nicolas abrió la puerta trasera del auto y bajo a Alejandro a empujones.El Turco indicaba, con un ademan, a uno de sus secuaces, que lo llevase adentro. - Es Alejandro!Y esta en peligro! - dijo María Laura. - Llamaré a Diego!Tengo el número anotado en una agenda! - dijo Leonardo. Enero de 1988, Haedo City.Desde que se mudo a Haedo City, hizo algunos amigos, Jorge, Enrique y el Tata.También conoció a una chica, vecina de la cuadra donde vivía, Florencia.Se hicieron inseparables.Jugaban después del colegio, andaban en bicicleta y dibujaban, mientras veían la tele y tomaban la merienda. A mediados de 1987, tuvieron una pelea de niños que los distanció.Pero a comienzos de 1988, se reencontraron en la pileta del Ateneo Sagrada Familia de Haedo.Pronto volvieron a ser los amigos de siempre. Una tarde, al atardecer, mientras estaban sentados en la hamaca del club, Alejandro le comunicó que se iría una semana a Mar del Plata.Ella se puso triste. - Te voy a llamar por teléfono y te voy a mandar una postal! - prometió. S.I City, 1988.Diego almorzaba con Sabrina o Super R en Pumper nic del centro de S.I City.Estaba tarareando la última canción de Tears for Fears, que sonaba en el restaurante de comidas rápidas.Su Linterna emitió un alerta, una llamada telefonica.Era Leonardo.Le avisaba que Alejandro había regresado a Palermo City y era prisionero del Turco. Diego se sorprendió.Había hablado con su primo hacia dos dias.Este lo llamó desde Mar del Plata.Que hacia en Palermo Gotico?Ya se había olvidado del Turco y de sus secuaces.Sabía y estaba convencido, Alejandro también, que Palermo Gótico era parte del pasado. Palermo Gotico, 1988. Clarita estaba en la puerta, escuchando música en su walkman, mientras su mama barria.Diego bajo de un taxi. - Comentan en el barrio, que volvió Alejandro? - dijo. - Llama a la Policía, Clarita!Alejandro esta en peligro! La adolescente obedeció y corrió por el pasillo que conducía a su departamento. Diego sacó su Linterna y apuntó contra la puerta de la casa del Turco.Disparó y la puerta metálica estalló en mil pedazos.Ingresó, también era un pasillo.El departamento donde funcionaba su guarida era el segundo.Se escucharon tiros, habían advertido su presencia.Apareció Don Vicente, el esposo de Margarita que tiraba las cartas, y comenzó a amenazarlo, si no se rendía.Se sumó el Brujo Don Juan, recién llegado de Monteveccia.Diego activo su láser azul y letal.Disparó.Los secuaces se metieron en la casa.Siguió avanzando, ingreso a la vivienda.Era un antro y el hedor a suciedad y olores corporales era insoportable. - Un paso más y lo mato! - grito el Turco, con un cuchillo en el cuello de Alejandro. Diego ensayo su mejor disparó.Confio en su buena puntería.El láser azul letal impacto contra el cuchillo, que voló y se perdió entre la basura y trastos que había en la casa.Alejandro aprovechó y le dio una piña en el medio de la nariz al Turco que lo noqueo. - Alto!Policía! Diez uniformados entraron a la guarida y se los llevaron a la Comisaría. Mientras tanto, en Mar del Plata estaban preocupados por Alejandro.Franco exigió a De la Morte que le devolviese a su sobrino.Pero el villano decía que el niño quiso irse porque le daba miedo la casa.Cansado, le abrió la puerta y no supo más nada de el.El tio hizo la denuncia policial.Desesperado, regreso al departamento de la calle Santiago del Estero, a una cuadra de la peatonal, para estar con la mamá de Alejandro, que estaba desesperada. Por la tarde, un policía se apersono en el departamento.Les informó al tío Franco y a la familia lo sucedido, que el niño estaba bien.Como al día siguiente regresarian a Haedo City, Alejandro sería llevado a la casa de sus abuelos maternos, que vivían en Morón. Fin