lunes, 24 de julio de 2023

Aventuras en S.I:Bob, el linyera

Monteveccia, 1962.La entrega del whisky fue encomendada por Giuseppe Lo Zio a Bob Perruza, uno dé sus secuaces.Se llevo a cabo en el Pje.de las Carmelitas, un oscuro callejón ubicado a metros de la Iglesia. -Primero la plata! - dijo Bob Perruza. El sujeto enviado para cerrar el trato, le entregó una bolsa de papel madera llena de dinero. -Donde esta la mercancía? - pregunto el sujeto. La respuesta fueron cinco tiros a quemarropa de dos hombres escondidos en el callejon, que respondían a las órdenes de Bob Perruza. Cuando Lo Zio se entero de la traición dé Bob ordenó que lo capturasen vivo o muerto.Los encargado de ese trabajo sucio fueron el Caballero del Lago y el Árbitro Eugenio Casal. Bob paso a la clandestinidad escondiéndose en una Hacienda abandonada en las afueras de Monteveccia.Pero no estuvo mucho tiempo, ya que el Caballero del Lago encontró el lugar. Bob Perruza acudió al hombre más buscado por Lo Zio (en segundo lugar estaba él), el Dr Dalton. Estuvo meses elaborando su plan.Ya estaba harto de ser un secuaz de Giuseppe Lo Zio.Descubrió la pista que el Dr Dalton efectuó después de perder el control de la "Organizazione". Pocos sabían que Dalton, antes de viajar al planeta Urano, se refugio en "Villa Della Será", un pueblito casi abandonado, ubicado a 100km de Monteveccia.Allí refacciono su nave espacial. Dalton lo ayudó a escapar de las garras de Lo Zio.Llamó a su amigo Sir Leopoldo de la Morte, quien fundó Monteveccia en 1789 y luego desapareció para reaparecer en Argentina.Durante siglos se acusó a Dé la Morte de practicar el Vampirismo y de hacer pactos con el Diablo. -Debes embarcarte en el "Peluffo", es un barco pesquero que se dirige a la Antartida!Hará escala en Buenos Aires y allí debes desembarcar!Cuando estés en tierra, llamaras por telefono a este número!Hablaras con el fantasma de Sir Leopoldo de la Morte!El te ayudará! -De la Morte?El tipo que esta enterrado en el cementerio de Monteveccia? - pregunto Perruza. -El mismo!Si sigues mis consejos, en dos meses estarás en Buenos Aires y empezaras una nueva vida! Bob Perruza se embarcó en el puerto de Napoli y, después de dos meses de travesía, llegó a destino. En esos tiempo, en Buenos Aires, muy pocos contaban con teléfonos.Consiguió uno de casualidad en una farmacia cercana a la Plaza de Mayo. El que atendió el teléfono de la casa Victoriana de De la Morte fue Rinaldi, el modisto, amigo en esa epoca de Sir Leopoldo. -En cuarenta minutos pasará un auto a recogerte! - dijo Rinaldi. Bob subió al auto y fue llevado a la "Montaña de la muerte". Fue alojado en la mejor habitación de la casa.Durante dos semanas fue tratado cómo un visitante ilustre por ser el protegido del Dr Dalton.Luego de ese tiempo, como Bob  no tenia en mente dejar la casa, recibió un trato más frío. De la Morte le ofreció trabajo.Su chofer se jubilaba y necesitaba uno.Bob Perraza, que demostro ser un harágan, aceptó a regañadientes. Bob se convirtió en su chofer.Todas las noches Sir Leopoldo salía con bellas mujeres, la mayoría de alta alcunia y jóvenes. La relación entre Sir Leopoldo y Perraza se rompió  cuando este se relacionó sentimentalmente con María Rosales, novia de Sir Leopoldo. Perraza la conoció cuando iba a recogerla con el auto a su casa para llevarla a la "Montaña de la muerte" para cenar con el fundador de Monteveccia. Sir Leopoldo lo desafío a batirse a duelo por el amor de María Rosales.En el enfrentamiento, ambos resultaron heridos. Bob Perraza abandonó la "Montaña de la muerte" y empezó a vivir en la marginalidad.Vivía en la calle y robaba para poder comer.En esa época, surgió el sobrenombre de Bob, el linyera. Los delitos de Bob fueron evolucionando.Empezó robando y terminó convirtiéndose en asesinó. Se cree que asesinó a mas de veinte personas, en su mayoría en atracos. En 1981 robó el Banco Municipal de S.I.Recaudo un millón de pesos, pero para lograrlo mato al Cajero y al Gerente del Banco. La Policía organizó un gran Operativo para capturarlo y encerrarlo.Sin embargo, Bob, el linyera, había desaparecido de las faz de la tierra. Se creyó y se comprobó años más tardes que el maleante se refugio con sus secuaces en la Isla de las Tres Cruces, ubicada a cinco millas del puerto de S.I. La Policía intento llegar a la isla, pero las tres veces que lo hicieron fueron recibidos por una balaceda que impedia  el desembarcó. Pronto se supo que la isla estaba atestada de delincuentes prófugos que respondían a las ordenes de Bob, el linyera. 1988.El Cnel Eduardo Eduard citó con urgencia a los Primos Aventureros a la DDI 5 dé S.I. -Dos adolescentes que estaban practicando Jet Sky están desaparecidos desde ayer a la tarde!Rastreamos toda la costa y no hallamos nada!Solicitamos un helicóptero que sobrevoló la Isla de las Tres cruces y, aunque Bob Perraza y sus hombres nos recibieron a los tiros, logramos captar estas fotos! - dijo Eduard y se la mostró a Los Primos. En las fotografías se veían dos motos de agua volcadas en la playa sur de la Isla. -Los rescataremos! - dijo Diego -Tengo un plan! - agregó Alejandro. Los Primos llegaron a la Isla de las Tres Cruces a través del modo "Traslación" para evitar las balas de los secuaces de Bob, el linyera. Ya en la ribera de la isla empezaron su búsqueda. -Encontré huellas! - dijo Alejandro. Eran dos pares de huellas de zapatillas.Las siguieron y llegaron a la copa de un árbol. -Muchachos, ya pueden bajar! - grito Diego. Los chicos perdidos saltaron.Tenían hambre, sed y tenían la ropa mojada por la reciente lluvia.Era invierno, había anochecido y hacia frío. Alejandro sacó su cantinplora con agua y se las entregó a los recién rescatados.Tenían mucha sed. -Preparare un fuego y haré la cena! - dijo Diego. Los chicos, cuyos nombres era Pablo y Javier, se acercaron a la fogata para entrar en calor. Alejandro saco una bolsa con salchichas y las puso a cocinar. Los jovenes saciaron su apetito.No comían desde hacia dos días. Narraron que Bob y sus hombres siguieron sus rastros todo el tiempo usando perros.Para evitar ser atrapados, permanecieron en continuo movimiento. Incluso se aplicaron en el cuerpo barro para despistar a los canes. -No es seguro pasar la noche en la isla!Regresemos! - dijo Alejandro. Se escucharon ladridos de perros y vieron ases de luces a 500 mts. -Preparemos las linternas! Chicos, acérqunese! - ordeno Diego. -Son ellos!Atrapenlos! -grito Bob, el linyera. Pero ya era tarde.Los Primos y los jóvenes ya se encontraban en el despacho del Cnel Eduard en la DDI 5 de S.I. Fin

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