Dina, la Princesa que perdio los pies

Edicto del Rey y hechicero Sir Fortish:"Todos aquellos vasallos que no paguen sus impuestos en termino, el Rey comunica que secuestrara a sus mujeres, contraera matrimonio con ellas y las llevara a su castillo". Califfa, el consejero de Sir Fortish, viajo al reino vecino y se entrevisto con la Reina.Dina, la protagonista de este cuento, estaba presente. -Es un horror lo que esta haciendo Sir Fortish, vuestro soberano!Pero no puedo interceder! -Su Majestad! - saco un viejo pergamino- El territorio que conforma el reino de Fortish, hace 1000 años, le pertenecia a vuestro reino!Por que no recupar la soberania y, de paso, liberar a sus habitantes de las garras del siniestro Soberano! La Reina invadio el reino de Fortish y lo conquisto a pesar de que no puedieron encarcelar al siniestro Soberano, pues con su magia consiguio escapar y convertirse en profugo. Para celebrar la victoria, se organizo una cebracion en el palacio que duro una semana.Asistieron campesinos y Nobles de ambos reinos. La princesa Dina, de dieciseis años, bailo y la paso a lo grande. -Princesa, bailaste toda la tarde!Por que no descansaras un poco!Te traere un poco de vino frio! - dijo un Caballero que sirvio en el pasado a Sir Fortish. -Si, gracias! Creo que le hare caso! Estoy exhausta! Hace mucho calor. Se sento en un sofa del Salon real y se quito los zapatos.El caballero, que no dejaba de mirar los bellos y grandes pies desnudos de Dina, pues nadie en el reino habia tenido ese privilegio, le entrego la copa.Ella se lo bebio rapidamente. Durmio mas de un dia.Cuando desperto y quizo levantarse cayo al piso.Horrorizada se dio cuenta que le habian robado sus pies. -Me han echo un maleficio!- grito. Pero nadie la escucho.La mayoria, incluido sus padres, los reyes, estaban durmiendo la borrachera de la noche anterior. Cuando la Reina desperto mando a llamar a la Bruja del reino. -Solo un poderoso mago pudo haber robado los pies de la  Princesa Dina! - dijo - Solo ella podra recuperarlos. Saco su varita y de los muñones de Dina aparecieron dos pies de oro.Pronuncio un conjuro en una lengua desconocida e hizo aparecer una espada. -Dina, debes salir esta noche!Esta espada te protegera pues posee poderes magicos!Veo a tus pies en el reino de Fortish!Busca alli!Pero debes ocultar tu identidad! Nadie debe saber que corre sangre real por tus venas! Salio esa misma noche.Una luna llena iluminaba la silueta del castillo y el oscuro bosque.Camino hasta el amanecer.Cuando cruzo la frontera y piso el suelo que habia pertenecido a Sir Fortish, durmio un par de horas. Ya en ese reino, no sabia que direccion tomar.Llego a una comarca y conocio a un caballero andante, Sir Gandart. -Ese tipo de magia es obra de los "Caballeros Sucios", aliados de Sir Fortish!Mi escudero me menciono que en el Reino de Siam, su morada, se organizara un Torneo, cuyo ganador tendra el honor de arrodillarse y honrar los pies de una Princesa!El sueño de todo Caballero! -Tengo que recupera mis Pies!Cuando cumpla los dieciocho sere reina y no quiero ser una reina sin pies! - agrego la Princesa Dina. -Toma mi caballo!Lo necesitaras si participas en el torneo de Caballeros! -Gracias, Sir Gandart! Monto el corcel y recorrio el camino real en direccion al Reino de Siam. Entro al reino y llego hasta la Plaza publica.Alli se celebraba el torneo. -No aceptamos Mujeres y menos niñas como tu! - dijo el lider de los "Caballeros Sucios"- A menos que tengas algo para ofrecernos! -Les dare uno de mis pies!Son de oro! - replico la Princesa. El caballero acepto, Dina se arrodillo y se quito el pie de oro que le habia concedido la Bruja con su magia. Y de esa forma quedo inscrita en el Torneo. La princesa, gracias a su poderosa espada, llego a la final del Torneo y lo gano. -Quiero ver los pies de la Princesa y honrarlos! - dijo. La escena trancurrio dentro en el castillo del Duque de Siam.De las sombras del salon, porque ya era muy tarde, aparecio el siniestro Sir Fortish. -Buenas noches, Princesa Diana!Vienes a recuperar tus pies? -Si, Sir Fortish!Y si no me lo entregas con mi espada te lanzare una bola de fuego! -Acompañame! - dijo el ex Soberano. Bajaron por una escalera y llegaron a una Cripta.Un olor a frutilla invadia el ambiente.Eran sus pies.Eran los unicos pies de su reino que olian asi, pues su Doncella Ingrid se los lavaba cada tarde, durante el Crepusculo, con un agua magica, proveniente de la Cascada de las Hadas. Las esculturas de las antiguas Deidades fueron quitadas de la cripta.En su lugar, colocaron un altar.Sobre el, y encima de una bandeja de oro, estaban sus pies. -Cientos de Peregrinos vienen y le rezan a tus pies, los pies de una Princesa adolescente, y le agradecen sus milagros!Los Caballeros Andantes le juran fidelidad y le traen ofrendas conseguidas en sus aventuras!Esta surgiendo una nueva religion que promueve la adoracion y sumision ante ellos! -Para mi son unos simples pies! Mis pies! - dijo la Princesa Dina que considera absurdas las palabras de Sir Fortish, ex Rey y ahora transformado en sacerdote de ese nuevo Culto. -Pueden quedarse con ellos!Ya vere como me las arreglo! Despues de todo, nunca me gustaron, pues eran muy grandes y una Princesa debe tener pies mas pequeños! - dijo Dina antes de dejar el castillo y regresar a su reino. La mala suerte de la Princesa no duro mucho tiempo.Una mañana desperto y descubrio que, por arte de magia, nuevamente tenia pies. Tres años mas tarde, cuando cumplio los dieciocho años, se caso con un apuesto Principe y fue muy feliz. Y coronada reina, reino con prudencia y bondad hasta los ultimos dias de su vida. Fin