"BLOG DE LITERATURA JUVENIL" Autor: Alejandro N. Santilli - santillialejandro781@gmail.com - Cuentos, Obras de Teatro breves y Poesia narrativa.
domingo, 5 de mayo de 2024
Los Primos Aventureros:El Jarron azul
-Quiero que traigas de nuevo el jarrón! - exigió la madre.
-Lo tiene Don Juan!Primero lo tiene que limpiar!Estaba embrujado! - grito Nicolás.
Corría el año 1983 y los padres de Alejandro peleaban todo el tiempo.Años después, el niño supo que para esa época su Papa Nicolás ya salía con G.
Para echar gasolina al fuego, G. le había recomendado un curandero, un tal Don Juan, ya que afirmaba que le habían hecho un "trabajo" que lo estaba perjudicando en lo económico y personal.El negocio no funcionaba, su mama, la abuela de Alejandro, había muerto dos años atras y su matrimonio era un fracaso.
El profesor de Gimnasia del Colegio San José, Mauricio Myers que trabajaba para la Asociacion Nacional de Inteligencia, le propuso a Alejandro ser Agente Secreto.Este aceptó y llevo a Diego, su primo, para que se una al equipo.
Las discusiones en la casa por el jarrón azul no cesaban.La madre y Nicolás peleaban todo el tiempo.Un recreo, después de jugar a las figuritas de "Titanes en el ring" con su compañero de clase Andrés y su hermano, hablo con Myers.
-Necesito recuperar el jarrón!Quiero que sea nuestra primera misión!
-Les puedo entregar las linternas de Agentes Secretos, pero si la usan, se enterara la A.N.I y estaremos todos en problemas! - respondio el profesor Myers.
-No importa!Nos las arreglaremos sin ellas! - dijo Alejandro.
-Entonces, mucha suerte con el Jarrón!Tenes alguna pista?
-Creo que si!En estos días viene Diego de S.I y elaboraremos un plan! - dijo Alejandro.
Hacia un mes que Toni, el perro que tenían suelto en la terraza había muerto.Así que los Primos subieron y charlaron allí.Cuando el perro vivía, sólo el abuelo Alejandro se atrevía a subir y alimentarlo, era un perro peligroso y agresivo.
Diego llegó el viernes y elaboraron el plan.Tenían que encontrar a Don Juan y recuperar el jarrón.
Esa semana, G. le había dado a Nicolás una perrita, que llamó Canela.Eso fue a raíz de la muerte de Toni y era para reemplazarlo.La perrita ladraba todo el dia.Por la tarde, la madre, cansada de los ladridos, la arrojó sin piedad a la calle.Cuando Nicolás llegó del negocio y se entero, discutió con ella y terminó destrozando contra el suelo una cámara polaroid importada.Alejandro y Diego escuchaban los gritos desde la habitación de aquel, mientras planeaban como escapar esa noche de la casa.
Cuando los padres se durmieron, los primos salieron y tomaron un taxi.
-A dónde van? - pregunto el taxista.
-A Ciudadela Sur!Esta es la dirección! - dijo Alejandro y le entregó un papel.
Conocía la casa de G.Una vez fue a almorzar.El hijo, que trabajaba en el negocio, lo llevo.Después de comer, G le regalo un bandoneon de juguete.
Bajaron del taxi y tocaron el timbre.Atendió el padre de G.
-Necesito ver a su hija! - dijo Alejandro.
-Vos sos el hijo de Nicolás, pibe? - dijo el hombre.
Alejandro le dijo que sí.
-Pasen!
Subieron a la planta alta.G estaba en la cocina con Patri, su hija.
-Buenas noches, G!Iré al grano!Necesitamos la dirección de Don Juan! - dijo Alejandro.
-Tu Papa sabe que viniste? - dijo G.
-Si, sabe! - mintió Alejandro.
-Para que quieren la dirección?
-Queremos que nos haga un "trabajo"! - agregó Diego con sarcasmo.
-Se las doy, pero vuelvan a sus casas! - dijo G.
Salieron y subieron a un taxi que llamó G.
-No vamos a Palermo!Llevenos a Ciudad Evita! - dijo Diego.
El barrio donde vivía Don Juan era peligroso.En las esquinas vendían drogas y había mujeres de dudosa reputación.
La casa del brujo era precaria.En el barrio no había ni asfalto ni red cloacal.
-Esa es la casa!Prepara las linternas! - dijo Alejandro.
-Si no las podemos usar!Eso dijo el profesor Myers! - respondió Diego.
La casa no tenía tiembre.Había cinco perros en el jardín que no paraban de ladrar.
Don Juan abrió la puerta.Los Primos lo apuntaron con sus linternas.
-Quieto o le volamos la cabeza! - gritaron.
-Quienes son ustedes? - dijo Don Juan.
-Venimos a buscar el jarrón azul!El que le dio mi papa! - dijo Alejandro.
-Tu debes ser el hijo de Nicolás!Te vi una noche que fui a curar a tu papa en Palermo! - dijo Don Juan.
-Traiga el jarrón! - gritó Diego.
-Lo lleve al cementerio! - respondió el brujo.
-Maldición!Lo que nos faltaba!Vayamos a buscarlo! - dijo Alejandro.
-Ese jarrón esta maldito! - dijo Don Juan.
El brujo tenía un rastrojero que era de su cuñado y que arrancaba cuando queria.
-Suba al coche!Usted no va a llevar! - grito Alejandro.
Subieron y, después de intentar diez minutos para ponerlo en marcha, arrancó.
El cementerio estaba cerrado, eran más de las dos de la mañana.Tuvieron que ingresar por un boquete que había en el muro y que hacia años requería trabajos de albañilería.
Don Juan había enterrado el jarrón en una tumba anónima.Como la noche era profunda, no había Luna, les costo encontrarla.
-Allí hay una pala!Tomela y desentierre el jarrón! - ordenó Diego.
Alejandro lo apuntaba con su linterna.Intuía que el brujo era peligroso.
Después de cavar cinco minutos, saco el jarrón, que estaba dentro de una bolsa de nylon.
Cuando se disponían a regresar, se dieron cuenta que Don Juan había desaparecido.Fue cuando Alejandro tomó el jarrón y lo metió en su mochila; Diego se había adelantado unos pasos.Fue un segundo de distracción.
-Ya no lo necesitamos!Regresamos a Palermo antes que se despierte tu mama! - dijo Diego.
Se escucho una voz grave que quebró la paz del cementerio.
-Ese jarrón es mío!Mío!
Era Giuseppe Lo Zio, el enemigo de la A.N.I, de Myers y ahora el de ellos.Como era su primera misión, no lo reconocieron.Myes le hablaba todo el tiempo de Lo Zio y el Dr Dalton, miembros de la "Organizazione', la mafia italiana que estaba azotando al mundo con su maldad y criminalidad.
-Corramos y salgamos de aquí! - grito Alejandro.
Todo el suelo comenzó a temblar.Las tumbas se abrieron por la vibración del suelo y los muertos empezaron a escapar de sus derruidos y podridos ataúdes.
-Dios!Configuramos nuestras linterna en modo "traslación"! - dijo Diego.
-Pero el profesor Myers dijo...! - dijo Alejandro.
-Al diablo Myers! - grito Diego.
Desparecieron cuando los zombis estaban a dos metros de ellos dispuestos a devorarlos.Un minuto después estaban en el cuarto de Alejandro, en la casa de Palermo.
-Es hora de descansar! Durmamos!Son las tres de la madrugada! - dijo Alejandro.
Al otro, día la madre se encontró con una caja al pie de la escalera.La abrió y sacó el jarrón azul.
Nunca supo como apareció allí.
G. no le contó nunca a Nicolás el encuentro con los primos la noche del viernes.
-Fue la magia de Don Juan!Uso sus poderes para devolvernos el jarrón! - le dijo Nicolás a su esposa.
1974.Rubén trabajaba como empleado en el negocio con Nicolás.Además eran muy amigos.Un domingo de invierno paseaba por San Telmo con su novia.Paso por una tienda de antigüedades y vio un jarrón azul que lo deslumbró.
-Es hermoso!Se lo puedo regalar a Nicolás para su casamiento! - dijo.
-Y no es caro!Hasta lo podes pagar en cuotas!Dice que es de origen Italiano! - dijo Marisa, la novia de Rubén.
1946.Meses antes de que Giuseppe Lo Zio destituyera al Dr Dalton y regresará al planeta Urano, este, para vengarse, mandó a saquear su residencia.Entre los objetos de valor, se encontraba un jarrón azul perteneciente a su abuela.Esta lo crío, ya que sus padres lo abandonaron a los tres años.Para Giuseppe, ella era su verdadera madre.
Cuando le robaron el jarrón, juro recuperarlo a cualquier precio.
2023.Los Primos Aventureros forman parte del pasado.Alejandro se convirtió en escritor y músico.Diego se caso y es un exitoso empresario en Informática.
En su departamentos ya prácticamente no queda nada de 1983, salvo algunos recuerdos y un jarrón azul arriba de un mueble.
Un sabado, mientras sacaba polvo con un plumero, sin querer movió el jarrón.Lo sostuvo a tiempo, sin embargo su tapa cayó y se rompió.
Esa tapa nunca nadie la había quitado.Inconscientemente, supo que no era un buen augurio, y no se equivoco.
Esa noche, lo despertó una voz.
-Ese jarrón es mío!Mío!
Abrió los ojos y vio una sombra que atravesó su cuarto en dirección al pasillo.Lo primero que pensó fue que se trataba de un ladrón.No tenía armas desde que dejó de ser un Primo Aventurero.Sin embargo, todavía guardaba su vieja linterna en el cajón de la mesita de luz.La tomó y se preparo para revisar todo el departamento.
El living estaba oscuras.Encendió la luz y descubrió una presencia sentada en el sofá.Era el Brujo Don Juan con el jarrón azul en su regazo.
Disparo la linterna y el rayo atravesó al Brujo como a un fantasma.
-Ja, ja, ja! - rio Don Juan.
Giro la cabeza y lo vio detras suyo.
El Brujo sacó un revolver de su bolsillo y lo estaba apuntando.
-Ahora morirás y yo me llevaré el jarrón para entregárselo a Lo Zio!
Se escucho un estampido, la puerta había volado en mil pedazos.Era Diego que, al activarse la linterna de su primo emitió una alerta de peligro, y, utilizando el modo "Traslación", llegó en minutos.
-Suelta el jarrón o te vuelo la cabeza! - grito Diego.
Don Juan puso el jarrón en el suelo y levantó las manos.
-Gracias, Diego!Me salvaste la vida! - dijo Alejandro.
-No fue nada!Llamaré a la Policía para que arrestan a este malviviente! - respondió Diego.
Media hora después el Brujo era llevado en un patrullero a la Comisaría.
Diego se excusó y se despidió, se le quemaba el asado que estaba preparando en su casa del Country.
-Por que no venís conmigo y almorzamos juntos?Tenemos tantas aventuras para recordar!Me gustaria que se las cuentes a mis hijos! - dijo.
-Será un placer!Vamos!Hace mucho que no como un buen asado y me encanta contar buenas historias! - dijo Alejandro.
Subieron al auto de Diego y se dirigieron a las afueras de S.I City.
Fin
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