viernes, 13 de octubre de 2023

Imaginando y reconstruyendo el lejano verano de 1981

Febrero de 1981.Recuerdo la noche en que partimos para Mar del Plata.Tenía cinco años y, tres meses atras, mi abuela paterna había fallecido. Mi mama preparo café y lo vertió en botellas plásticas.Mi Papa era un adicto al café y esa noche, para no dormirse en la ruta 2, tomaría litros de esa infusión. Recuerdo que salimos y agarramos la Av Corrientes.Me veo a la altura del Abasto, que en esa época era una mugre, acostado en la cuneta del Peugeot 504 celeste de mi viejo. Llegamos a Mar del Plata a la madrugada.Cuando entramos al departamento que mi Papa había adquirido el año anterior, hacia frío y cómo era temprano nos acostamos.Yo no dormí, estaba eufórico por ir a la playa y meterme en el mar. Mi Papa había comprado una cámara "Polaroid".Sin embargo, hojeando el album familiar veo que solo se tomaron dos o tres fotos ese verano.Misterio que todavia no pude resolver. Íbamos a la playa después de almorzar.Recuerdo que había una escollera con miles de mejillones adheridos a su superficie.A mi me daban miedo porque parecían cucarachas.Mi papa me pidió la palita arenera y el valdecito y la lleno de mejillones. -Vamos a llevarlo al departamento y los ponemos en un frasco!Estos "bichos" se comen y son riquísimos! -Yo no quiero que se mueran! - grite. Finalmente, mi Papa los devolvió al mar. Esa noche comimos pizza.La fuimos a buscar a un restorante de la vuelta, sobre calle Rivadavia.Acostumbrado a la pizza que hacia mi mama, significaba para mis cinco años algo novedoso. Otra noche tomamos sopa y comimos carne con osobuco.Con el hueso, ya seco, fabrique un cenicero para mi Papa. Mi abuelo no estaba todo el tiempo con nosotros.Cuando no lo veíamos, sabíamos que se encontraba en el bar de enfrente tomando un cafecito. Mi Papa me llevó a la cancha.El era hincha de Independiente al igual que yo.Se jugaba un torneo de verano.Fuimos una noche al estadio de Mar del Plata y fuimos testigos de como Independiente le ganaba al Seleccionado de Hungria.Esta información la investigue muchísimos años más tarde para escribir esté relato.El único recuerdo que tengo de esa noche es el ingreso en auto al estacionamiento del estadio.Lo que sucedió después, mi inconsciente lo transformó en neblina. Una noche cenamos en un restorante.Tengo un recuerdo borroso de esa noche, una ventana extraña mirándola de lejos y un predominante color naranja. Cuarenta y dos años después busqué por Internet los restoranes más conocidos de Mar del Plata a comienzo de los 80s y encontré una foto de ese sitio! Comprendí porque las ventanas me resultaban raras.Las mismas eran arcos de medio punto como en la Edad Media.Y con respecto al color naranja, los manteles de las mesas eran de ese color. Encontrar esa foto en la red fue, literalmente, un viaje en el tiempo a ese verano del año 1981. Me llevaron a ver el "Circo de Carlitos Bala", instalado en  el estacionaniento de la desaparecida Manzana 125.Yo era fanático de Carlitos, miraba siempre el programa que hacia en ATC. La estadía terminó y emprendidos el regreso a Buenos Aires.Empezaría en marzo el último año del jardín y me haría muy amigo de María Laura, la primera chica que me gusto en la vida.También jugaría con Clarita, una adolescente de 15 años que vivía al lado de nuestra casa. Antes de salir dé Mar del Plata; en la playa "La perla", abajo del monumento a Alfonsina Storni; sacamos la última foto.Estamos mis padres, mi abuelo, mi hermanita (en cochecito, era bebe) y yo.No se si en realidad recuerdo ese momento o lo recuerdo porque vi esa foto muchas veces. Recuperar mis recuerdos del lejano verano de 1981 fue importante y represento un reto.Fue bucear en mi inconciente para reflotar momentos perdidos. Se trató del único verano, que parcialmente recuerdo, en el que mi Papa, mi Mama y mi hermana compartimos juntos. Fin

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