Los Primos Aventureros: La fiesta de nuestras vidas!

Corria el 13 de agosto de 2002.Los Primos Aventureros arrivaban a Lamezia Terme, Catanzaro.Habian hecho un vuelo de cabotaje por Alitalia desde Roma. -Llamemos a Nicolino para que nos vengan a buscar! - dijo Diego. Ale cambio unas monedas en un Tabacci del Aeropuerto, fue a una cabina telefonica e inserto un Euro. -Cia Nicolino!Sono Alessandro!Stiamo nell aeroporto! La conversacion fue breve pero exitosa. -Estan en camino!Recien salieron de Monteveccia!Viene con Lisabetta, la hija! - explico Ale. El auto llego media hora mas tarde.Manejaba la hija.Nicolino bajo y ayudo a subir el equipaje en la baulera. -Como esta la nonna? - pregunto la joven. -Muy bien!Manda saludos a todos! El que hablaba era Alejandro, ya que Diego no entendia nada de italiano. Monteveccia era un pueblo construido en la cima de una montaña.Se destacaba por su arquitectura medieval y romana mezclada con construcciones actuales.Vivian doscientos habitantes.No era un pueblo seguro para vivir, la corrupcion politica y la mafia, liderada por Lo Zio, hacian de las suya. Llegaron a la casa de Nicolino.Los primos se imaginaba que vivia en un palacio y se decepcionaron al encontrarse con una modesta vivienda. La familia Petrarca los acogio y los recibieron con una suculenta merienda al estilo italiano. -Yo tengo una "fidanzatta" - dijo Alejandro. -Ahh!Mira vos! - dijo la suspicaz Lisabetta. Al caer el sol, Nicolino Petrarca los llevo a recorrer el pueblo. -Mañana es la fiesta de la "Madonna"! Pepino, il mio figlio, va a preparar "brusquetta"! - anuncio el italiano. Esa noche a Alejandro le costo dormir, todavia estaba euforico por el viaje y el encuentro con sus parientes. Al dia siguiente, cerca del mediodia, Nicolino llevo a los primos a la casa de los parientes lejanos.Pepino, hombre serio de pocas palabras, los invito al barcito del pueblo a tomar una gaseosa con sabor a cafe. Por la tarde se bañaron y se prepararon para la fiesta de la "Madonna". -Hoy es "festa"! - anuncio Lisabetta. Alejandro asintio mientras miraba por el balcon como se iba llenando la plaza de gente. -La "Madonna" los va ayudar, a vos y a Diego! Alejandro y Diego, junto a los Petrarca, asistiron a la Misa. La iglesia de estilo gotico tardio habia sido construida en el siglo XII. Despues empezaron los festejos.Toco un grupo musical que interpreto "Eleonore" de The Turtles y Ale que amaba la musica de los 60s lo difruto muchisimo. Eran mas de las diez y todos tenian hambre.Por esa razon, la gente se acercaba a los puesto ambulantes a comprar algo para engañar el estomago. Fueron al puesto de Pepino y les convido a todos  "brusquetta". -Esta basura es la famosa "brusquetta"!Una tostadita con queso y salsa!Por Dios! -Callate, Diego, porque te entienden! Un conocido de Nicolino, un viejo agricultor, vendia vino de su cosecha.Era veneno.Los primos tomaron dos vasos y se embriagaron ante la severa mirada de su pariente. Cuando se acabo el vino, Alejandro y Diego, se encaminaron a un "Tabacci" y compraron latas de cerveza. La noche era una fiesta, musica, alcohol, mujeres hermosas y juvuntud.Era la fiesta de sus sueños bajo un cielo estrellado de verano italiano. Los viejos se fueron a dormir y entregaron Monteveccia a los jovenes para festejar hasta el alba. Los primos terminaron casi ebrios sentados en la escalinata de la iglesia gotica. Cientos de jovenes recorrian las calles angostas del pueblo cantando al son de la musica. Pepino les presento a dos primos, que estaban veraneando en Moteveccia, Donna y Bruno Brunelle. -Bruno, mañana quiero que me lleves a la playa!Quiero broncerme bien antes de volver al norte! Bruno y Donna eran tambien parientes lejanos de Ale y Diego. Diego, seductor nato, comenzo a hablar con Donna, que tambien estaba medio borracha. -No queres conocer mi casa, Diego? Podemos seguir la fiesta ahi! -Me encantaria pero mañana tenemos que madrugar!Pepino y Lisabetta nos van a llevar a conocer el estrecho de Messina. Donna, con descaro, lo beso en los labios! -Andiamo, bambino? -Si, claro!Vamos a tu casa de veraneo, Donna! - dijo el primo aventurero. Al mismo tiempo, Alejandro charlaba de literatura con Bruno Brunelle.Le confeso que su familia tenia una copia de "La Divina comedia" firmada por Dante. -Hay posibilidad de ver el texto? -La copia esta en nuestra casa!Vamos y te la muestro! -Seria genial! En forma separada, y sin saberlo, los Primos Aventureros eran llevados al mismo sitio. A la casona de los Brunelle se accedia por un camino, contruido en la Edad Media.Habia que atravesar un tupido bosque de olivos.Era de pidras y en los costados habia gargolas y estatuas. La casona semi derruida era gotica como la mayoria de las viviendas de Monteveccia.Tenia una extensa parra de uva en el frente y una huerta descuidada en el fondo Los primeros en llegar fueron Diego y Donna. -Que queres tomar? Tengo un vino añejo muy bueno! - dijo Donna. Sirvio el vino y pusieron el tocadisco (en el lugar no habia reproductor de CDs). Brunelle giro la llave de la antigua puerta de roble e invito a Ale a pasar.Grande fue la sorpresa cuando vio a Diego besando a Donna. -Lo siento! Llegamos hace un rato, Bruno! Bruno era muy celoso, en el fondo siempre amo a su prima, pero reprimio su furia. -El libro donde esta?Es mas de medianoche y Pepino se va a enojar! - pregunto Ale. En forma sincronizada los primos italianos sacaron sus revolveres y apuntaron a Diego y Ale.Una voz surgio de las entrañas de la casa. -Bienvenidos a la Villa Lo Zio!Bienvenidos a mi casa! -Lo Zio!! - dijieron al unisono los Primos Aventureros. -Fuimos traicionados! - grito Diego. -Bruno Brunelle y Bella Donna son mis principales soldados!Ahora vais a morir!Fueron muy valientes al venir a Monteveccia, mi pueblo natal! Diego y Alejandro sacaron sus linternas y apuntaron contra las armas de los otros primos.Estas salieron disparadas varios metros y cayeron al suelo. -Huyamos, Diego!Antes que vengan mas secuaces!No tenemos opcion!Estamos en la tierra del enemigo! De una patada letal rompieron la puerta de roble.No les fue dificil pues tenia mas de diez siglos de antiguedad. Atravesaron el camino en cinco minutos.Cuando llegaron a la salida vieron a Pepino. -Dove sette stati? - dijo. Llegaron a la casa de los Petrarca y, antes de entrar, Pepino, los hizo pasar a su oficina para ir al baño.Por suerte, ninguno de los primos tuvo necesidad de vomitar. -Adesso a dormire! - ordeno Pepino. Entraron a la casa y fueron directamente al dormitorio.Se durmieron enseguida sin saber que la noche de sus vidas habia terminado. Fin