sábado, 20 de julio de 2024

La ultima transmision

Después de que la selección nacional obtuviera la Copa del mundo, el gobierno prohibió el fútbol.Ya habían ganado todo y no era necesario su práctica.El congreso dictó una ley que penaba con cárcel a los aficionados y profesionales que lo practicasen. Patricio Sánchez era periodista de fútbol, el más popular del país.También relataba en radio los partidos de Primera A y el Nacional B. Estaba sentado en el estudio, su programa empezaría en cinco minutos. -Llamen a la maquilladora!Ayer no dormí nada y tengo ojeras! Las cámaras ya estaban preparadas.Tomó su guión y lo repaso.Esa noche hablaría del partido del domingo que jugaron Boca y River.Se escucharon gritos.Decenas de militares irrumpieron, apuntando sus armas. -Esta transmisión se suspende por orden del gobierno! Los potreros fueron transformados en plazas y los estadios de fútbol demolidos. -Ya ganamos todo!No necesitamos jugar más fútbol!Somos los mejores del mundo! - dijo el Presidente en cadena nacional. Se abrieron museos en todo el país para honrar a los campeones.En las escuelas se enseñaba la biografía de cada jugador y se evaluaba, con rigor académico y cientifico, cada partido del mundial, desde el primero hasta el ultimo.Se montaron en la capital pantallas en las esquinas donde se repetía la final contra Brasil hasta el infinito. Luciano Villar era un joven de dieciocho años, amante del fútbol desde niño, gracias a su fallecido padre.A pesar de la prohibición del gobierno, el continuaba practicandolo.Todos los jueves se tomaba el Buquebus hasta Montevideo.Por las noches jugaba en el Club Nacional con otros compatriotas que hacían lo mismo.En una de esas noches, surgió la idea de rearmar la selección Argentina y volver a inscribirla en la FIFA.La entidad apoyo su iniciativa, pero puso una condición, que los partidos se jugasen dentro del territorio argentino. En Buenos Aires, en una fábrica abandonada, montaron en la ilegalidad, una canchita de fútbol.Luciano consiguió al mejor arquero de su barrio, un tal Luque, otro pibe como el.Jugaban día por medio, a la madrugada, para no levantar sospechas. Una noche, una vecina se comunicó con el programa de Patricio Sánchez. -En la fábrica hay fantasmas!Se escuchan gritos y risas por la noche! -Esta noche mandaremos a un cronista, señora! Durante la madrugada, Patricio y su camarografo, de apellido Jiménez, llegaron e inspeccionaron el lugar.Como el camarografo era supersticioso y estaba muerto de miedo, Patricio se adelantó. Supo al instante que no se trataba de fantasmas o almas en penas; eran chicos jugando al deporte prohibido, el fútbol. No pensaba denunciarlos, porque el, a esa edad, hubiera hecho lo mismo, y aparte no era policía. -El ruido proviene de la casa de la familia Mataco, que están siempre de juerga! - mintió Patricio. Después de este hecho, Luciano y el resto de los jugadores se cuidaron de evitar gritar y trataron de jugar el partido en silencio. Patricio y el joven futbolista se conocieron en Ezeiza.Los dos ingresaban al país.El periodista esperaba en la fila para embarcar el equipaje cuando escucho gritos. -No me arresten por favor! - gritaba un joven. Se acercó y le pregunto que sucedía a un pasajero que también esperaba. -A ese pide le encontraron una pelota de fútbol en sus valijas! Patricio lo reconoció enseguida, era el joven que jugaba fútbol clandestino en la fábrica abandonada. Llamó a un contacto, auspiciante de su programa de radio y directivo de aerolíneas, que le debía varios favores.Le pidió que interceda por el futbolista. -Es mi primo!Me podes dar una mano? Luciano agradeció a Patricio y se hicieron grandes amigos.Los iba a ver a la fábrica por las noches.Semanas después, enterado de la idea de rearmar la selección nacional, se propuso como Tecnico del equipo y fue aceptado. El equipo cada día jugaba mejor, y se potenciaba con los conocimientos tácticos de Patricio Sánchez.Este, como director tecnico, empezó a mandarse e mails con directivos de la FIFA.Días después, se informó que Uruguay aceptaba jugar un amistoso con Argentina.Patricio propuso hacerlo en la modesta canchita de la fábrica.La FIFA lo tomó como un chiste de mal gusto, pero teniendo en cuenta la prohibición del fútbol en Argentina, aceptaron.Querían que, de a poco, ese deporte recuperase la popularidad del pasado, con fines economicos.El fútbol era un negocio y la entidad no se lo iba a perder, teniendo en cuenta los títulos mundiales obtenidos por la albiceleste. Patricio y Luciano arrojaron pasquines por toda la capital, el día del encuentro.No daban la ubicación exacta, pero a esa altura muchos sabían que, en la fabrica, el fútbol había regresado. El gobierno se entero y ordenó la captura de Patricio Sánchez y Luciano Villar para ser fusilados. La television se solidarizo con los futbolistas y transmitio el partido para todo el mundo. Miles de personas llegaron a la fábrica para alentar a Argentina que ganó 1 a 0 con gol del Cordobés Gómez.El público estaba feliz por volver a ver un partido de fútbol, que se jugaba como hacia más de cien años, en el amateurismo.Después del encuentro y, a pesar del Estado de sitio y toque de queda que ordenó el gobierno, todos fueron a festejar. Hubo más trescientos detenidos por la policía y decenas de muertos, víctimas de la represion.Se había desatado una guerra civil por el futbol. Días después, y ante la presión popular, el Presidente renunció.El futbol y su pasión habían regresado para no extinguirse jamás. Fin

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